Para finalizar con este
blog, he elegido la última obra que pintó Goya, La lechera de Burdeos. Actualmente se encuentra en el Museo del
Prado, en Madrid.
Es óleo sobre lienzo,
en el cual aparece una mujer.
La composición es sencilla, rectangular y
piramidal, ya que la mujer aparece sentada y hay una curva principal que le da
forma al cuerpo de la mujer, da ausencia de movimiento y la mujer está mirando
a un punto fijo. La mujer va vestida con una túnica y encima un pañuelo que va
cambiando la iluminación del cuadro según va cambiando el color de las ropas.
El fondo es claro con algún matiz azulado como ocurre en la esquina superior
derecha, al lado de la mujer encontramos el cántaro de leche.
Los tonos grises y
verdosos son los que predominan en este cuadro, la pincelada es corta y aparece
con tonos de color yuxtapuestos que años después usarían los impresionistas. La
aplicación del color en este cuadro es por manchas ya que como he dicho se
superponen unos a otros.
La luz parece que sea
artificial, ya que solamente hay un foco que ilumina levemente el cuadro, lo
cual la luz se reparte uniformemente por el cuadro, sin crear ni contrastes ni
claroscuros.
Es considerada la
última obra de Goya, fue pintada en Burdeos donde Goya fue exiliado, huyendo de
la Corte Española, lo que le hizo refugiarse en la Quinta del Sordo.
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